El combate en el entrenamiento de las artes marciales

El combate en el entrenamiento de las artes marciales

08/10/2011 Artículos

por Mariano Simone (Traducción Julia Pissano)

La práctica de combate es una pieza fundamental en el desarrollo del artista marcial: La mejora del estado físico, el perfeccionamiento de las formas y la aplicación de técnicas tienen su orígen (histórico) y finalidad (teórica y conceptual) en el enfrentamiento (cuerpo a cuerpo armado) contra uno o más contrincantes. En la sociedad que conformamos (salvo casos excepcionales como la defensa personal y los enfrentamientos deportivos), estos enfrentamientos no son más que hipotéticos y el combate deja de ser un objetivo y pasa a ser un camino en el cual se busca mejorar la condición física, el auto-conocimiento y las técnicas aprendidas.
El siguiente es un fragmento del libro «Budõ: The Martial Ways of Japan» (Nippon Budõkan Foundation, 2010), en el que se expresa el beneficio, no siempre apreciado, de los enfrentamientos:

«Cada combatiente intenta golpear al oponente evitando, a su vez, ser golpeado. Es una relación basada en el conflicto, pero también una de encuentro, de convergencia; los oponentes están peleando, pero también cooperando en la creacion de técnicas.

En un determinado nivel de análisis, esta interacción representa conflicto; en otro, un encuentro de dos individuos que tienen un entendimiento mutuo en relación al intercambio de técnicas. Si bien están, efectivamente, tratando desesperadamente de vencer al otro, también se están ayudando mutuamente en desarrollar sus habilidades y auto-entendimiento. En última instancia, están unidos por un destino en común y una voluntad de cooperación, no de destrucción.

Este tipo de interacción solemne permite al practicante apreciar, antes que menospreciar, la existencia del otro individuo. La relación entre los dos combatientes no es el único resultado positivo: las técnicas que se desarrollan en cada encuentro influencian la atmósfera y la sensibilidad del entorno. Esto, a su vez, influenciará el comportamiento de todos los practicantes, así como el de los espectadores.»

Hay varios aspectos interesantes en estas palabras. Por un lado, nos recuerda que la diversidad de contrincantes obliga a adaptarse a distintos estilos y ritmos de combate, generando infinitas posibles combinaciones de técnicas. Por otro lado, remarca la creación colectiva y la capacidad de aprender no sólo en la práctica, sino también en la observación.

Un punto omitido, pero que es de suma importancia, es el crecimiento humano en cuanto a la humildad con la que hay que enfrentar el haber sido superado o haber vencido física o técnicamente, así como en cuanto al fortalecimiento de los vínculos entre los practicantes al compartir un ejercicio y crear juntos.

Es importante tener en cuenta estas palabras cada vez que uno se disponga a combatir con sus compañeros de práctica. No importa el nivel ni la capacidad de los combatientes, en cualquier enfrentamiento, los involucrados obtendrán beneficios: sean estos físicos, técnicos o de experiencia.

 Instructor Mariano Simone, alumno del Sifu Martín Ugarte – Núcleo Belgrano
Octubre de 2011
Agradecimiento a Julia Pissano por traducción del inglés y correcciones.

 

Mariano realizando Yi lu mai fu

Mariano Simone y Julián Hernández en el Templo Shaolin

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